MOVILIZACIÓN Y TRANSPORTE DE
ACCIDENTADOS.
1. Posición lateral
de seguridad.
2. Sistemas de
recogida en accidente automovilístico.
3. Sistemas de
retirada del casco en accidentes de motocicletas.
4. Sistemas de
transporte.
5. Prevención en
traslados
POSICIÓN LATERAL DE
SEGURIDAD.
La PLS es la posición en la que se coloca a un
accidentado inconsciente que respira.
Hay diversas variaciones, y cada una tiene sus ventajas.
No hay una posición que sea perfecta para todas las
víctimas.
En cualquier caso, ha de ser una posición estable,
cercana a una verdadera posición lateral con la cabeza apoyada, y sin presión
sobre el tórax que pueda dificultar la ventilación.
Quitar las gafas, si las llevara.
Arrodillarse junto a la víctima y comprobar que tiene
ambas piernas estiradas.
Colocar el brazo más
cercano al reanimador formando un ángulo recto con el cuerpo de la víctima, con
el codo doblado y con la palma de la mano hacia arriba.
Poner el brazo más lejano sobre el tórax, y el dorso de
la mano contra la mejilla de la víctima que esté más cercana a usted (Figura
2.16).
Con la otra mano, agarrar la pierna más alejada justo por
encima de la rodilla y tirar de ella hacia arriba, manteniendo el pie en el
suelo .
Manteniendo la mano de la víctima contra la mejilla,
tirar de la pierna más lejana hacia nosotros para girar a la víctima sobre un
lado.
Colocar la pierna superior de manera que tanto la cadera
como la rodilla se doblen en ángulo recto. Inclinar la cabeza hacia atrás para
cerciorarse de que la vía aérea sigue abierta.
Acomodar la mano bajo la mejilla, si es necesario, para
mantener la inclinación de la cabeza
Abrigar a la víctima.
Comprobar con frecuencia la ventilación.
Si la víctima ha de mantenerse en la posición de
recuperación durante más de 30 minutos, gírela al lado opuesto para aliviar la
presión en el antebrazo.
SISTEMAS DE RECOGIDA EN
ACCIDENTE AUTOMOVILÍSTICO
Cuando
se intenta auxiliar a los ocupantes de un vehículo accidentado pueden
plantearse dos tipos diferentes de situaciones: que el conductor o alguno de
los ocupantes se encuentre “prisionero” en el interior del vehículo por alguna
de las partes de éste (volante, salpicadero, etc.), o que la víctima pueda ser
extraída del vehículo teóricamente sin dificultad.
En
el primero de los casos, la liberación de éstos debe hacerse siempre por
personal adecuadamente adiestrado, pues actuar sin medios materiales y sin
conocimientos ni experiencia, supondría producir una serie de daños en la
víctima, que agravaría aún más su estado físico. El comportamiento adecuado
sería:
1.
Pedir ayuda especializada (ambulancia,
bomberos, autoridad o sus agentes) y solo actuar en caso de peligro inminente
para los ocupantes.
2.
Intentar acceder a la proximidad de las
víctimas para conocer su estado respiratorio, circulatorio y nivel de
consciencia.
3.
Tranquilizarles y permanecer junto a ellos,
explicándoles que la ayuda viene en camino.
4.
Observar la situación de los heridos y
realizar aquellas maniobras prioritarias que sean factibles.
5.
Impedir que alguien, sin medios ni
conocimientos intente liberar a los heridos.
En
el segundo caso, la actitud es diferente: no siempre es necesario mover a las
víctimas del interior del vehículo. Como norma general, no se debe mover nunca
a los heridos, a no ser, que resulte imprescindible para su reanimación, o que
haya sospecha de que el coche vaya a incendie o existan probabilidades de ello.
Siempre
es preferible esperar a que con ayuda especializada, el ocupante del vehículo
pueda ser extraído sin dificultad, mediante el corte de la chapa, la retirada
de las puertas, etc. Sin embargo, conviene conocer de que manera hay que
sujetar y movilizar al sujeto desde el interior del vehículo, para no
provocarle más lesiones, ya que en ciertas situaciones, no se puede esperar a
la llegada de personal especializado (por ejemplo si se incendia el coche o
existe sospecha de ello).
La
maniobra a utilizar se denomina Maniobra de Rautek y sirve para extraer a un
accidentado del interior de un automóvil, protegiendo su columna vertebral. Es
aconsejable realizarla dos personas. Los pasos a seguir son:
Un solo socorrista.
1.
Liberar los
pies del accidentado, si están enganchados con los pedales del vehículo.
2.
El socorrista
se aproxima a la víctima desde un costado.
3.
Desliza sus
brazos bajo las axilas de ésta.
4.
Sujeta un brazo
de la víctima por la muñeca, con una mano, y con la otra sujeta el mentón.
5.
El lesionado
queda "apoyado" contra el pecho del socorrista.
6.
Se mueve
lentamente, extrayendo al accidentado del interior del vehículo y manteniendo
el eje cabeza-cuello-tronco de la víctima en un solo bloque.
7.
Una vez
extraída, la deposita poco a poco sobre el suelo o una camilla.
Dos socorristas.
El auxiliador 1 se sitúa en
la parte posterior del vehículo, comprueba constantes del accidentado. Observa
y se cerciora de que el cuerpo de la víctima está libre de hierros, volante u
otros obstáculos.
Inicia la tracción del
cuello y cabeza situando las manos de la siguiente manera: los pulgares en la
nuca y el resto de los dedos en la mandíbula inferior. Una vez iniciada la
tracción se inicia la alineación del la cabeza, cuello y tronco.
El auxiliador 2, desde el
exterior del vehículo pasa un brazo por debajo del brazo y axila del
accidentado y sujeta sus brazos (que previamente le hemos cruzado) con las
manos;
El otro brazo del
auxiliador 2 pasa por debajo de la axila del lado opuesto, permitiendo sujetar
la mandíbula del herido. Para ello el auxiliador 1 debe facilitar la sujeción
levantado sus dedos permitiendo la colocación de la mano del Auxiliador 2.
Una vez sujeta la
mandíbula, el auxiliador 2 fijará la columna cervical del accidentado
utilizando como apoyo su hombro, quedando sujeta la cabeza por delante con la
mano y por detrás con el hombro.
SISTEMAS DE RETIRADA DEL CASCO EN ACCIDENTES DE
MOTOCICLETAS.
Solo se retirará el
casco en caso de que sea absolutamente necesario para poder prestar primeros
auxilios.
El socorrista A mantiene alineados la cabeza, el cuello y
el tronco. Sujeta el casco con sus dos manos y tira ligeramente de él hacia
atrás. Coloca sus dedos en la mandíbula de la víctima para evitar que el casco
se desplace bruscamente.
El socorrista B, corta la correa de fijación o suelta su
enganche.
El socorrista B fija y tensa
suavemente el cuello colocando una mano bajo la nuca y la otra en la mandíbula.
Lo que realizará sin mover el cuello.
El socorrista A retira el
casco. Para ello lo sujetará lateralmente con ambas manos, separando sus bordes
para así facilitar su desplazamiento, mientras tanto tirará suavemente de él.
Si el casco cubre completamente la cara, para poder pasar la nariz es preciso
elevar ligeramente, parte anterior.
El socorrista B mantendrá
el cuello fijo mientras A retira el casco.
Tras la retirada del casco,
el socorrista A sustituirá al B en la fijación del cuello, manteniendo el
alineamiento de la cabeza, cuello y tronco, tirando ligeramente hacia atrás.
El socorrista B colocará un
collarín cervical. Pero al no garantizar la inmovilización absoluta del cuello,
el socorrista A mantendrá la fijación manual, mientras que el B atiende al
accidentado.
SISTEMAS DE TRANSPORTE
El traslado innecesario de las víctimas de un accidente o
de los enfermos graves es muy peligroso. Al trasladar un accidentado o un
enfermo grave, se deberá garantizar que las lesiones no aumentarán, ni se le
ocasionarán nuevas lesiones o se complicará su recuperación ya sea por
movimientos innecesarios o transporte inadecuado.
Es mejor prestar la atención en el sitio del accidente, a
menos que exista peligro inminente para la vida de la víctima o del auxiliador
como en un incendio, peligro de explosión o derrumbe de un edificio.
Una vez que hayas decidido cambiar de lugar a la víctima,
considera tanto la seguridad de la víctima como la tuya. También ten en cuenta
tu propia capacidad, así como la presencia de otras personas que puedan
ayudarte.
Al herido hay que moverlo como si fuese un bloque rígido.
Es decir, hay que impedir el movimiento voluntario de sus articulaciones.
Evitar toda flexión o torsión, transportándolo siempre recto como un poste, a
fin de proteger su médula espinal en caso de fractura de la columna vertebral
Un solo socorrista:
Nunca se moverá un herido cuando sólo haya un
auxiliador y se sospeche lesión medular. Solo en casos de riesgo para el
accidentado y el auxiliador se trasladará de la manera siguiente:
Coloca los brazos cruzados de la víctima sobre el tórax.
Sitúese detrás de la cabeza y colócate sus brazos por debajo de los hombros
sosteniéndole con ellos el cuello y la cabeza. Arrástralo por el piso. Si la
víctima tiene un abrigo o chaqueta, desabróchala y tira de él hacia atrás de
forma que la cabeza descanse sobre la prenda. Arrástrala por el piso, agarrando
los extremos de la prenda de vestir.
En brazos: Es un método muy práctico para mover personas
no excesivamente pesadas (según la corpulencia del socorrista) que no presenten
lesiones serias, Ej. un esguince de tobillo que le impide la marcha.
Consiste en coger a la víctima, colocando una mano debajo
de sus rodillas de manera que sostenga las piernas y la otra alrededor de su
espalda, sosteniendo el peso del tronco; la víctima puede afianzarse en
nosotros pasando sus brazos alrededor de nuestro cuello.
Hay
que tener especial cuidado a la hora de "cargar" con el peso de la
víctima Ej.: si estuviera sentada en el suelo), flexionando las rodillas al
agacharnos, para evitar hacer todo el esfuerzo con la musculatura de la
espalda, lo que podría propiciar la aparición de lesiones a nivel lumbar.
Sobre
la espalda o "a cuestas": Tiene las mismas indicaciones que el método
anterior; no obstante, no es necesaria la potencia de brazos de aquél, ya que
el peso de la víctima se transmite, en parte, al tronco del socorrista.
Entrelazando las manos, es mas fácil cargar con el peso de la víctima.
Este
método no es válido para víctimas inconscientes, ya que se necesita la
colaboración de la persona para aferrarse con sus brazos alrededor del cuello.
"En muleta" sobre los hombros del rescatador:
Un accidentado que no presente lesiones serias y que pueda caminar por sí
mismo, puede ser ayudado si colocamos uno de sus brazos alrededor de nuestro
cuello, pasando nuestro brazo libre alrededor de su cintura para lograr un
soporte adicional.
Este método puede ser llevado a cabo por uno o por dos
socorristas, dependiendo de la corpulencia de la víctima, la amplitud del
lugar, etc. Con ayuda de una tercera persona que sostenga las piernas de la
víctima, se la puede bajar por una escalera de mano.
"Arrastre" de la víctima: Los métodos de
arrastre son muy útiles, sobre todo, cuando sea necesario desplazar a una
víctima pesada o corpulenta (el socorrista tendría dificultades para cargar por
si solo con la víctima), o bien, en lugares angostos, de poca altura o de
difícil acceso. Existen distintas maneras de arrastrar a una víctima: por las
axilas, por los pies, con una manta o bien atando las muñecas de la víctima con
un pañuelo y deslizándose "a gatas", colocándonos a horcajadas sobre
la víctima, con las manos de ésta sobre nuestro cuello.
"Método del bombero": Es muy útil para
desplazar a víctimas inconscientes siempre que el socorrista sea, por lo menos,
tan corpulento como la víctima.
Tiene, además, la ventaja de que permite disponer de un brazo
libre al socorrista para, por ejemplo, sujetarse a la barandilla de una
escalera, apoyarse para guardar el equilibrio, etc.
Primero, el socorrista se sitúa frente a la víctima,
cogiéndola por las axilas y levantándola hasta ponerle de rodillas.
Después, el brazo izquierdo del socorrista pasa alrededor
del muslo izquierdo de la víctima cargando el peso de su tronco sobre la
espalda del socorrista.
Finalmente, el socorrista se levanta, se mantiene de pie
y desplaza a la víctima para que su peso quede bien equilibrado sobre los
hombros del socorrista. Con su brazo izquierdo sujeta el antebrazo izquierdo de
la víctima, quedándole un brazo libre.
Dos socorristas:
"Asiento sobre manos": Se puede improvisar un
asiento para trasladar a una accidentado, uniendo las manos de dos socorristas;
existen varias posibilidades. La diferencia fundamental entre ellos estriba en
que permiten disponer o no (asiento de cuatro manos), de un brazo libre a un
socorrista (asiento de tres manos) o de un brazo libre a cada socorrista
(asiento de dos manos), que se puede utilizar para sostener una extremidad
inferior que estuviera lesionada o como respaldo para la espalda de la víctima.
Dependiendo de las lesiones que presente la víctima, de
su capacidad de colaboración y de la fuerza de los socorristas, optaremos por
una posibilidad u otra.
Técnica de la cuchara:
Se utiliza para depositar un accidentado en una camilla.
Requiere 4 socorristas que se arrodillan a un costado de la víctima e
introducen sus manos por debajo de la misma:
Un socorrista sujeta la cabeza y parte alta de la
espalda.
El segundo socorrista sujeta la parte baja de la espalda
y muslos.
El tercer socorrista sujeta las piernas por debajo de las
rodillas.
El socorrista a la cabeza de la víctima, da la orden de
levantar a ésta y la colocan sobre sus rodillas.
Una cuarta persona coloca una camilla debajo de la
víctima. Los socorristas, cuando lo ordena el socorrista a la cabeza de la
víctima, depositan a ésta sobre la camilla.
Técnica del puente:
Se utiliza para depositar un accidentado en una camilla
Los socorristas se colocan agachados con las piernas abiertas sobre la víctima:
Un socorrista sujeta la cabeza y parte alta de la
espalda.
El segundo socorrista sujeta a la víctima por las
caderas.
El tercer socorrista sujeta las piernas por debajo de las
rodillas.
El socorrista a la cabeza de la víctima, da la orden de
levantar a ésta.
Una cuarta, persona coloca una camilla por debajo de la
víctima.
Los socorristas, a la orden, depositan a la víctima sobre
la camilla.
Técnica de los socorristas alternos:
Se utiliza para depositar un accidentado en una camilla.
Los socorristas se arrodillan a un costado de la víctima,
3 a cada lado, y un 7º se arrodilla a la cabeza de ésta, mirando hacia el
pecho:
2 socorristas sujetan la parte alta de la espalda
entrelazando sus manos.
Otros 2 sujetan la parte baja de la espalda y los muslos
entrelazando sus manos.
Otros 2 sujetan las piernas por debajo de las rodillas
entrelazando sus manos.
El socorrista a la cabeza de la víctima, sujeta esta, a
la altura de los lóbulos de las orejas, traccionando suavemente hacia sí.
El socorrista a la cabeza de la víctima, da la orden de
levantarla hasta la altura de sus rodillas. Esto se hace en bloque, manteniendo
el eje cabeza-cuello-tronco.
Se coloca una camilla bajo la víctima. y a la orden, se
deposita a la víctima sobre ésta
Transporte en silla:
Se usa cuando la persona está consciente y no tiene
lesiones severas, especialmente indicado si es necesario bajar o subir
escaleras.
Debe tenerse la precaución de que el camino esté libre de
obstáculos, para evitar que los auxiliadores tropiecen, así como que la silla
sea suficientemente fuerte. Para emplear este método de transporte se necesitan
2 auxiliadores.
Si
la víctima no puede sentarse sin ayuda, haz lo siguiente:
Coloca
la silla al costado del accidentado.
Un
auxiliador se pone de rodillas a la cabeza de la víctima. Mete una mano bajo la
nuca, y la otra mano bajo los omoplatos
En
un solo movimiento sienta la víctima acercándote contra ella y sosteniéndola
con una pierna.
Coloca
los brazos por debajo de las axilas de la víctima cogiendo el brazo de la
víctima cerca de la muñeca. Con tu otra mano toma de igual forma el otro brazo
y entrecrúzalos apoyando la cabeza contra el auxiliador, sostenga el tronco de
la víctima entre tus brazos.
Ponte
de pie con la espalda recta, haciendo el trabajo con las piernas, mientras el
otro auxiliador le sostendrá las piernas a la víctima.
A
una orden, levantad simultáneamente y colocar la víctima en la silla.
Asegurad
a al víctima en la silla, inclinad la silla hacia atrás, para que la espalda de
la víctima quede contra el respaldo de la silla.
A
una orden, levanten simultáneamente la silla y caminad con precaución
lentamente.
Como NO debe trasladarse a una víctima después de un traumatismo.
Traslado
en camilla:
Camillas
de lona para transportar víctimas que no presentan lesiones de gravedad.
Camillas
rígidas para transportar lesionados de columna; éstas son de madera, metálicas
o acrílico.
Camillas
de vacío para transportar lesionados de la columna.
Camilla
para el transporte de lesionados en operaciones helitransportadas.
Formas
de improvisar una camilla
Una
camilla se puede improvisar de las siguientes maneras:
Con
2 o 3 chaquetas o abrigos y 2 trozos de madera fuertes. Coloca las mangas de
las prendas hacia adentro. Pasa los trozos de madera a través de las mangas.
Abrocha o cierra la cremallera de las prendas.
Consigue una manta y dos trozos de madera fuertes.
Extiende la manta en el suelo. Divide la manta imaginariamente en tres partes,
coloca un trozo de madera en la primera división y dobla la manta. Coloca el
otro trozo de madera a 15 cm. del borde de la manta y vuelve a doblarla.
PREVENCIÓN EN TRASLADOS.
Para evitar mayores lesiones en el traslado de las
víctimas de un accidente se debe:
Asegurar que las vías respiratorias estén libres de
secreciones.
Controlar la hemorragia antes de moverla.
Inmovilizar las fracturas.
Verificar el estado de conciencia.
Si se encuentra inconsciente, como resultado de un
traumatismo, considerar al accidentado como si tuviera una lesión de columna
vertebral.
Evite torcer o doblar el cuerpo de una víctima con
posibles lesiones en la cabeza o columna
Utilizar una camilla dura cuando se sospecha fractura de
columna vertebral.
No debe ser transportadas sentadas las personas con
lesiones en la cabeza, espalda, cadera o pierna.
Seleccionar el método de transporte de acuerdo con la
naturaleza de la lesión, número de ayudantes, material disponible, contextura
de la víctima y distancia a recorrer.
Dar
órdenes claras cuando se utiliza un método de transporte que requiera más de 2
auxiliadores. En estos casos uno de los auxiliadores debe hacerse cargo de
dirigir todo el procedimiento.
Para esta
última maniobra el auxiliador 1 habrá tenido que ir dejando de realizar
tracción pasando a
hacerla el auxiliador 2.
Una vez sujeto el
accidentado por el auxiliador 2, el auxiliador 1 saldrá fuera del vehículo,
liberando los pies, si fuera necesario y cargando con las piernas.
Realizado todo esto el
auxiliador 1 informará al auxiliador 2 de que está preparado y será éste (pues
es quien controla la región cervical) quien ordene la extracción del
accidentado.
Una vez fuera del vehículo
depositan al accidentado en posición semisentado.
El auxiliador 1 extiende
las piernas del accidentado sobre el suelo. Seguidamente pasa a realizar
tracción de la cabeza para que el auxiliador 2 la libere y pueda dejar el
espacio necesario para tumbar al accidentado.
Para asegurar la columna
cervical el auxiliador 2 seguirá el descenso del tronco del accidentado usando
uno de sus brazos como tabla, pegada a la columna.
Una vez en posición
horizontal el auxiliador 2 colocará un cojín, chaqueta, etc.. bajo la cabeza e
improvisará (con un periódico, cartón, etc..) y colocará un collarín cervical.
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