Conversión ecológica
La gran riqueza e la espiritualidad cristiana, generada por
veinte siglos de experie3ncias personales y comunitarias, ofrece un bello
aporte al intento de renovar la humanidad. Quiero proponer a los cristianos
algunas líneas de espiritualidad ecológica que nacen de las conversiones de
nuestra fe, porque lo que el evangelio nos enseña tiene consecuencias en
nuestra forma de pensar, sentir y vivir.
Esto es debido a que si cambio nuestra forma de vivir y de
cómo tratamos al medio ambiente podremos vivir y ser mejor persona ya que si
cuidamos el medio ecológico nuestra casa ósea el planeta tierra no lo
agradecerá con buena forma de vida, un buen oxigeno digno de una persona no el
que estamos respirando actualmente tan contaminado debido a las fábricas de
construcción.
Tenemos que reconocer que no siempre los cristianos hemos
recogido y desarrollado las riquezas que Dios ha dado a la iglesia, donde la
espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo no de la naturaleza o de
la realidades de este mundo, sino que se vive con ellas y en ellas, en comunión
con todo lo que nos rodea.
Debemos saber que la espiritualidad es todo en este mundo
cuando tratamos bien a un vecino,
hermano y hasta a los desconocidos Dios nos trajo a este mundo para ser hermano
en comunión y para proteger la tierra pero hoy en día eso ha quedado atrás ya
nadie piensa en lo demás cada quien busca su propia mejoría y no piensa en el
daño que le puede hacer a lo demás ni la consecuencia que lleva consigo dicha
forma de actuar en el mundo, no toda la decisiones son buenas a veces al que
tomar una pausa y pensar en el planeta y en el daño que le estamos causando con
nuestras acciones.
Si lo desiertos exteriores se multiplican en el mundo porque
se han extendido los desiertos interiores. La crisis ecológica es un llamado a
una profunda conversión interior. Pero también tenemos que reconocer que
algunos cristianos comprometidos y orantes, bajo una excusa de realismo y
pragmatismo. Suelen burlarse de las preocupaciones por el medio ambiente. Otros
son pasivos, no se deciden a cambiar sus hábitos y se vuelven incoherentes.
Esto se refiere a que debemos empezar por revisarse uno
mismo antes de tomar acciones contra la naturaleza, tenemos un desierto interno
y debido a este desierto no nos importa lastimar el medio ambiente el mundo
está llorando y se está debilitando poco a poco y si no tomamos carta en el
asunto ahora será demasiado tarde cuando quieran tomar decisiones para cambiar
en mundo debemos corregir nuestra acciones contra el planeta tierra que es
nuestra casa, lo estamos matando chin a chin por ejemplo: en mi país Republica
Dominicana algunas ciudades esta falta de agua como lo es el gran santo Domingo
allí están tomando acciones como prohibir el lavado de vehículo en la calles
pero yo considero que la tomaron un poco tarde ya que allí el agua no está
llegando y si llega es muy poco. Los ríos se están secando por la
desforestación.
Recordemos el modelo de san francisco de así, para proponer
una sana relación con lo creado como una dimensión de la conversión integra de
la persona. Esto implica reconocer los propios errores, pecados, vicios o
negligencias, y arrepentirse de corazón, cambiar desde adentro.
Les propongo a todos los ciudadanos cambiar primero en su
alma y mente para así poder cambiar al mundo porque mientras sigamos pensado de
la manera que pensamos el mundo seguirá igual o quizás peor de lo que está hoy
en día.
Sin embargo, no basta que cada uno sea mejor para resolver
una situación tan compleja como la que afronta el mundo actual. Los individuos
aislado pueden perder se capacidad y su libertad para superar la lógica de la
razón instrumental y terminan a merced
de un consumismo sin ética y sin sentido social y ambiental.
Esta conversión supone diversas actitudes que se conjugan
para movilizar un cuidado generoso y lleno de ternura. En primer ligar implica
gratitud y gratuidad, es decir, en reconocimiento del mundo como un don
recibido del amor del padre, que provoca como consecuencia actitudes gratuitas
de renuncia y gesto generosos aunque nadie lo vea y lo reconozca.
En esta encíclica ayuda al desarrollo y sentido de la
persona así el mundo que es un regalo de Dios tenemos que enfrentar nuestras
malas decisiones y corregir nuestros errores a tiempo ante de que sea demasiado
tarde para el mundo y no tengamos tiempo para recuperar lo perdido en él ya que
estamos viviendo en precariedades debido al mal manejo del agua y de muchos
otros materiales importante para la supervivencia humana, luego de haber leído
y estudiado esta encíclica comprendo lo importante que el cuidado y respeto al
planeta tierra el cual es nuestra casa y la de nuestros futuros hijos .
Sería injusto que acabáramos con los bienes del mundo ósea
la naturaleza sin pensar en el futuro, debemos considerar que nuestros hijos
vivirán en él y tenemos que proteger el planeta a mi pensar eso es l que quiere
dejar dicho el papa en esta parte de la encíclica.
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