viernes, 25 de septiembre de 2015

conversión ecológica

Conversión ecológica
La gran riqueza e la espiritualidad cristiana, generada por veinte siglos de experie3ncias personales y comunitarias, ofrece un bello aporte al intento de renovar la humanidad. Quiero proponer a los cristianos algunas líneas de espiritualidad ecológica que nacen de las conversiones de nuestra fe, porque lo que el evangelio nos enseña tiene consecuencias en nuestra forma de pensar, sentir y vivir.
Esto es debido a que si cambio nuestra forma de vivir y de cómo tratamos al medio ambiente podremos vivir y ser mejor persona ya que si cuidamos el medio ecológico nuestra casa ósea el planeta tierra no lo agradecerá con buena forma de vida, un buen oxigeno digno de una persona no el que estamos respirando actualmente tan contaminado debido a las fábricas de construcción.
Tenemos que reconocer que no siempre los cristianos hemos recogido y desarrollado las riquezas que Dios ha dado a la iglesia, donde la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo no de la naturaleza o de la realidades de este mundo, sino que se vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea.
Debemos saber que la espiritualidad es todo en este mundo cuando tratamos  bien a un vecino, hermano y hasta a los desconocidos Dios nos trajo a este mundo para ser hermano en comunión y para proteger la tierra pero hoy en día eso ha quedado atrás ya nadie piensa en lo demás cada quien busca su propia mejoría y no piensa en el daño que le puede hacer a lo demás ni la consecuencia que lleva consigo dicha forma de actuar en el mundo, no toda la decisiones son buenas a veces al que tomar una pausa y pensar en el planeta y en el daño que le estamos causando con nuestras acciones.
Si lo desiertos exteriores se multiplican en el mundo porque se han extendido los desiertos interiores. La crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior. Pero también tenemos que reconocer que algunos cristianos comprometidos y orantes, bajo una excusa de realismo y pragmatismo. Suelen burlarse de las preocupaciones por el medio ambiente. Otros son pasivos, no se deciden a cambiar sus hábitos y se vuelven incoherentes.
Esto se refiere a que debemos empezar por revisarse uno mismo antes de tomar acciones contra la naturaleza, tenemos un desierto interno y debido a este desierto no nos importa lastimar el medio ambiente el mundo está llorando y se está debilitando poco a poco y si no tomamos carta en el asunto ahora será demasiado tarde cuando quieran tomar decisiones para cambiar en mundo debemos corregir nuestra acciones contra el planeta tierra que es nuestra casa, lo estamos matando chin a chin por ejemplo: en mi país Republica Dominicana algunas ciudades esta falta de agua como lo es el gran santo Domingo allí están tomando acciones como prohibir el lavado de vehículo en la calles pero yo considero que la tomaron un poco tarde ya que allí el agua no está llegando y si llega es muy poco. Los ríos se están secando por la desforestación.
Recordemos el modelo de san francisco de así, para proponer una sana relación con lo creado como una dimensión de la conversión integra de la persona. Esto implica reconocer los propios errores, pecados, vicios o negligencias, y arrepentirse de corazón, cambiar desde adentro.
Les propongo a todos los ciudadanos cambiar primero en su alma y mente para así poder cambiar al mundo porque mientras sigamos pensado de la manera que pensamos el mundo seguirá igual o quizás peor de lo que está hoy en día.
Sin embargo, no basta que cada uno sea mejor para resolver una situación tan compleja como la que afronta el mundo actual. Los individuos aislado pueden perder se capacidad y su libertad para superar la lógica de la razón  instrumental y terminan a merced de un consumismo sin ética y sin sentido social y ambiental.
Esta conversión supone diversas actitudes que se conjugan para movilizar un cuidado generoso y lleno de ternura. En primer ligar implica gratitud y gratuidad, es decir, en reconocimiento del mundo como un don recibido del amor del padre, que provoca como consecuencia actitudes gratuitas de renuncia y gesto generosos aunque nadie lo vea y lo reconozca.
En esta encíclica ayuda al desarrollo y sentido de la persona así el mundo que es un regalo de Dios tenemos que enfrentar nuestras malas decisiones y corregir nuestros errores a tiempo ante de que sea demasiado tarde para el mundo y no tengamos tiempo para recuperar lo perdido en él ya que estamos viviendo en precariedades debido al mal manejo del agua y de muchos otros materiales importante para la supervivencia humana, luego de haber leído y estudiado esta encíclica comprendo lo importante que el cuidado y respeto al planeta tierra el cual es nuestra casa y la de nuestros futuros hijos .

Sería injusto que acabáramos con los bienes del mundo ósea la naturaleza sin pensar en el futuro, debemos considerar que nuestros hijos vivirán en él y tenemos que proteger el planeta a mi pensar eso es l que quiere dejar dicho el papa en esta parte de la encíclica.

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