lunes, 26 de octubre de 2020

Pénfigo paraneoplásico

 

Pénfigo paraneoplásico


Definición

El pénfigo paraneoplásico (PPN) es una entidad de descripción relativamente reciente, que sin embargo se remonta al menos a la década de los ochenta (casos atípicos de pénfigo vulgar, eritema polimorfo, liquen plano oral, entre otros, asociados a neoplasia).

Diagnósticos

 Se trata de una enfermedad ampollar autoinmune asociada a neoplasia del sistema linfoide. Dicha neoplasia puede ser maligna (leucemia linfática crónica o linfoma no hodgkiniano) o benigna (enfermedad de Castleman, timoma). Esta asociación marca el pronóstico en cada caso. Es un cuadro con características clínicas, histológicas, inmunopatológicas y evolutivas bien definidas que han permitido desarrollar una serie de 5 criterios diagnósticos propios y diferenciales. La presencia de todos y cada uno de dichos criterios permite el diagnóstico de certeza de la enfermedad. El desarrollo del conocimiento detallado de cada uno de ellos permite, cuando menos, sospechar el cuadro.

Manifestaciones clínicas

Clínicamente la presencia de una estomatitis crónica persistente, erosiva, dolorosa y resistente a los tratamientos debe hacer pensar en el PPN. En muchas ocasiones es un signo temprano del cuadro y raramente la manifestación única. Afecta a los labios y suele asociarse en muchos casos a mucositis del área genital, también con características similares

 

Pénfigo Ampollar

Penfigoide ampolloso - Síntomas y causas - Mayo Clinic

Definición

Enfermedad inflamatoria, autoinmunitaria, caracterizada por ampollas grandes y tensas, y por lesiones urticariales. Predomina en ancianos y afecta el tronco y extremidades, y rara vez cabeza, cuello y mucosas; no deja cicatrices atróficas. La evolución es crónica, por brotes.

Datos epidemiológicos

No hay predilección por raza o sexo, se estiman 7 a 14 casos por millón de personas, y del penfigoide cicatrizal, un caso por millón. Predomina en mayores de 60 años de edad, pero puede observarse en adultos relativamente jóvenes e incluso en niños; la mortalidad es baja. En Escocia la incidencia es muy alta en mayores de 85 años.

Etiopatogenia

Es un padecimiento autoinmunitario. El análisis inmunogenético de pacientes con penfigoide ha identificado un incremento del haplotipo DQB1*0301 del HLA. En esta enfermedad los anticuerpos están dirigidos contra el antígeno del penfigoide ampollar BPAg1 (BP230), proteína que es miembro de la familia de las plaquinas, un componente intracelular del hemidesmosoma, mientras que el BPAg2 (BP180) es una glucoproteína transmembranal colágeno (tipo XVII). Las lesiones aparecen después de que los anticuerpos IgG se unen a la membrana basal, activan y fijan complemento, y promueven la producción de mediadores inflamatorios (quimiocinas), lo que origina reclutamiento de células, principalmente eosinófilos, que liberan proteasas, degradan las proteínas del hemidesmosoma y favorecen la formación de ampollas. Por otra parte, se incrementa la permeabilidad vascular, lo que contribuye a la formación del edema papilar.

Cuadro clínico

La dermatosis puede ser local o diseminada; predomina en abdomen, muslos y caras de flexión de las extremidades. La lesión fundamental es la ampolla, que aparece sobre una base eritematosa o edematosa; hay placas urticariales pruriginosas y dolorosas; las ampollas son claras o hemorrágicas, de tamaño variable, a menudo grandes y extendidas, poco frágiles; cuando se rompen quedan cubiertas de costras melicéricas o melicericosanguíneas. No se observa signo de Nikolsky, es decir, la piel no se desprende al frotar con el dedo. Puede afectar las mucosas. Es de inicio repentino, y su evolución es crónica, por brotes; en ocasiones remite de manera espontánea. La mortalidad es de menos de 6%, y está más relacionada con la edad y las condiciones generales. La coexistencia del penfigoide con el liquen plano se conoce como lichen planus pemphigoides. Ha mostrado vínculo con enfermedad maligna, y ésta es más frecuente cuando el estudio de inmunofluorescencia indirecta (IFI) resulta negativo.

Las ampollas dejan cicatrices retráctiles, sinequias, y puede haber ceguera, dificultad respiratoria y estenosis esofágica. Las lesiones cutáneas son raras. En el penfigoide cutáneo cicatrizal, o de Brunsting-Perry, se observan lesiones cutáneas sólo en la cabeza y el cuello, que dejan cicatrices atróficas. Se han descrito dos formas muy raras: vegetante y nodular.

Datos histopatológicos

La biopsia debe obtenerse de una ampolla incipiente. Se observan ampollas subepidérmicas con techo epidérmico intacto, que contienen fibrina y pocas células. Hay infiltrados dérmicos, con predominio de eosinófilos. Puede haber espongiosis eosinofílica. En las variedades vegetante y nodular se presentan hiperplasia seudoepiteliomatosa, e hiperqueratosis y acantosis notorias, respectivamente. La microscopia electrónica muestra que la ampolla se localiza en la lámina lúcida entre la membrana basal, y el antígeno se localiza en el hemidesmosoma que une el queratinocito basal a la membrana basal.

Datos de laboratorio

Eosinofilia en sangre periférica, y en 50% aumento de IgE.

Diagnóstico diferencial

Pénfigo  Pénfigo | Actas Dermo-Sifiliográficas

 

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