Introducción
A pesar de que todos algunas vez en la
vida hemos visto una persona de muy bajo tamaño (enano), el termino
acondroplasia es muy poco conocido del punto de vista social. El término
Acondroplasia lo propuso Parrot en 1878, por el escaso crecimiento
cartilaginoso u óseo que se produce en esta displasia.
La aconcroplasia es la forma más común de
enanismo con extremidades cortas desproporcionadas. La herencia es autosómica dominante: el defecto genético se
encuentra sobre cromosoma 4. Son hijos
de padres de estatura normal. Este elevado porcentaje indica que la mayor parte
de los casos se deben a nuevas mutaciones; estos (no heredados de un padre
afectado) se conocen como esporádicos.
Los hallazgos de estudios moleculares han
demostrados que los casos esporádicos de acondroplasia casi siempre se deben a
mutaciones heredadas del padre (mutaciones paternas). Además, la presencia de
acondroplasia es más alta entre padres añosos; de hecho, alrededor del 50% de
los niños con acondroplasia son hijos de varones mayores de 35 años. No hay
asociación con la edad materna. Las mujeres acondroplastias deben de dar a luz
por cesárea debido a que el tamaño de la pelvis es demasiado pequeño para
permitir el paso del feto. La acondroplasia impone varias barreras importantes
para la reproducción, reduciendo así la aptitud.
Desarrollo
Acondroplasia
La acondroplasia es un defecto de nacimiento que afecta el crecimiento óseo
del bebé. Los defectos de nacimiento o congénitos son problemas de salud que
están presentes cuando el bebé nace. Esos defectos cambian la forma o función
de una o más partes del cuerpo. Pueden ocasionar problemas en la salud en
general, en cómo se desarrolla el cuerpo o cómo funciona.
A medida que
el bebé crece, un tejido del cuerpo llamado "cartílago" normalmente
se convierte en hueso en la mayoría de las partes del cuerpo. Pero si el bebé
tiene acondroplasia, el cartílago de ciertos lugares como los brazos y las
piernas no se convierten en hueso como debería. La acondroplasia es una causa
común del enanismo (gente pequeña), que es un trastorno en el que la persona es
de muy baja estatura (menos de 4 pies, 10 pulgadas, como adulto).
La acondroplasia afecta aproximadamente entre 1 de
cada 15,000 y 1 de cada 40,000 bebés. La mayoría de los bebés nacidos con
acondroplasia viven un término de vida normal, pero algunos pueden tener graves
problemas de huesos capaces de causar la muerte.
Un cambio de gen (también llamado "mutación")
causa la acondroplasia. Los genes son parte de las células del cuerpo que
guardan instrucciones sobre la forma en que su cuerpo crece y funciona. Los
genes se transmiten de padres a hijos. El cambio de gen es un cambio a las
instrucciones de un gen. Esos cambios pueden causar defectos congénitos y otros
problemas de salud. La mayoría de los bebés con acondroplasia nacen de padres
que no padecen ese problema. Eso sucede cuando hay un cambio de gen al azar en
el óvulo o espermatozoide que se unen para crear un bebé. Si usted o su pareja
tiene acondroplasia, se la puede transmitir a su bebé. Si sólo uno de ustedes
tiene este trastorno, hay 1 de 2 probabilidades (50 por ciento) de que su bebé
pueda tenerlo. Si tanto usted como su pareja tienen acondroplasia, existe:
·
1 de 2 probabilidades (50 por ciento) de que su bebé
tenga el trastorno
·
1 de 4 probabilidades (25 por ciento) de que su bebé
no tenga el trastorno
·
1 de 4 probabilidades (25 por ciento) de que su bebé
tenga el tipo de acondroplasia grave que puede ser mortal
El asesor en genética es una persona capacitada para
ayudar a entender cómo los genes, los defectos congénitos y otros problemas
médicos que se transmiten en las familias, y cómo pueden afectar su salud y la
de su bebé. Para buscar un asesor en genética, puede preguntar a su profesional
de la salud.
Antes del nacimiento, si un ultrasonido muestra
que su bebé tiene problemas de huesos, como huesos cortos, es posible que el
profesional de la salud piense que su bebé tiene acondroplasia. El ultrasonido
usa ondas sonoras y una pantalla de computadora para mostrar una imagen de su
bebé en el útero.
Si el ultrasonido muestra esos problemas de hueso, su
profesional podrá recomendar una prueba prenatal llamada amniocentesis (o
"amnio") para confirmar que el bebé tiene acondroplasia. En la
amniocentesis, el profesional extrae un poco de líquido amniótico de alrededor
del bebé en el útero. Con esta prueba se detectan defectos congénitos y
condiciones genéticas en su bebé. Después del nacimiento, el profesional de su
bebé puede usar radiografías, un examen físico y un análisis de sangre para ver
si su bebé tiene acondroplasia.
Epidemiologia
La frecuencia de la acondroplasia es de 1
en 20,000 a 1 en 50,000 nacimientos vivos. La herencia es autosómica dominante,
con penetrancia esencialmente completa. Las nuevas mutaciones son responsables
del 80-87% de los casos. Se observa una mayor incidencia de acondroplasia
asociada con la edad avanzada del progenitor. Las aparición ocasional de niños
afectados, hijos de progenitores normales, puede deberse a mosaicismo de la
línea germinal (mutación de espermatogonias). Las formas homocigóticas se
presentan con manifestaciones muy graves y a menudo letales.
En
España, según Martínez-Frías y colaboradores (1991) la tasa de prevalencia es
de un caso cada 8200 recién nacidos vivos, con una tasa estimada de mutación de
48,5 por millón de gametos y siguiendo una distribución geográfica uniforme. En
1994 se descubrió que el gen responsable de la acondroplasia se localiza en la
región telomérica de la banda 16.3 del brazo corto del cuarto par de cromosomas
(Le Merrer et al., 1994). El gen afectado codifica al receptor 3 del factor de
crecimiento de fibroblastos (FGF; Fibroblasto Growth Factor).
La secuencia de ADN de este gen ha
revelado que en los individuos acondroplásicos existe una mutación denominada
Gly380Arg, que ocurre en el 97% de los casos. Esta mutación da como resultado
la sustitución de una arginina por una glicina en la posición 380 de la
proteína, lo cual corresponde a la región transmembranal (RTM) del Receptor 3
del FGF (FGFR3) acoplado a la tirosina-kinasa, que se expresa en la placa de
crecimiento del hueso (Horton, 2005).
También se han identificado otras
mutaciones menos frecuente que da lugar a una sustitución de la glicina 375 por
una cisteína (Gly375Cys), o de la glicina 346 por Glu (Gly346Glu), así como el
reemplazamiento de la lisina 650 por la metionina (Lys650Met), responsable esta
última de las formas más severas de la acondroplasia (Guzmán Aránguez et al.,
2008b).
La aconcroplasia se debe a mutaciones en
el gen receptor 3 del factor de crecimiento fibroblasto (FGFR3), que codifica
un receptor transmembrana, importante en la regulación del crecimiento óseo
lineal, entre otras funciones. La mutación FGFR3 (A1949.T:Lys650Met) tiene
lugar en el nucleótido adyacente al de la mutación de la displasia tanatoforica
de tipo II (A1948G:Lys650Glu).
La acondroplasia es una enfermedad
congénita, producida en su mayoría de casos por una mutación o alteración
genética espontánea (no heredada), por lo consiguiente es usual que no se
encuentren casos de esta enfermedad en la familia.
Los pacientes que poseen esta enfermedad, la
podrán transmitir a sus hijos según un modelo de herencia conocido como
autosómico dominante, esto se explica de la siguiente manera: los hijos de
personas con acondroplasia tendrán el 50% de las probabilidades de nacer con
esta enfermedad (homocigoto dominante) y la mitad restante no presentará la mutación (homocigoto
recesivo).
Por otra parte, los padres de un niño con
acondroplasia que no presenten antecedentes de este tipo en su familia, el
riesgo de tener otro hijo con esta enfermedad es únicamente mayor al de otras
parejas.
La acondroplasia se caracteriza por
enanismo de predominio rizomélico, presenta talla disminuida y varias
deformaciones, algunas de estas son: macrocefalia, hipoplasia en región
maxilar, los huesos que deberían ser largos son más cortos además de los dedos,
deformaciones en la zona metafiso-epifisiarias,
presentan huesos iliacos cuadrados, su altura es notoriamente
disminuida, poseen un foramen magnum pequeño, entre otras.
El reconocimiento fenotípico de una
persona con acondroplasia es evidente en cualquier etapa de la vida, algunas
veces se puede realizar incluso en periodo prenatal.
Cuadro clínico
Los rasgos clínicos característico son
visibles al nacer. La adquisición completa de las habilidades motoras es más
lenta debido a las piernas cotas, cuello corto y cabeza grande, además de la
hipotonía. La hipoplasia del tercio medio facial en combinación con la
hipertrofia de adenoides y amígdalas puede dar lugar a una apnea del sueño
obstructiva.
La otitis media crónica puede producir
problemas de audición. El apiñamiento dental es común. La cifosis toracolumbar
es muy común en la infancia. La mayoría de las articulaciones pueden ser
hiperextensibles y las manos son anchas, cortas y en forma de tridente. Puede
encontrarse una compresión espinal a nivel del foramen magnum en la infancia
causando apnea central, retraso en el desarrollo, y síntomas por afectación de
las vías largas motoras.
A
menudo se produce genu varo en la infancia. También hay un riesgo pequeño de
hidrocefalia, con presión venosa intracraneal elevada. La estenosis en la parte
inferior del canal medular, acompañada de déficits neurológicos tiene una mayor
frecuencia en la edad adulta, así como la enfermedad cardiovascular. La
obesidad es un problema común. Los adultos alcanzan una altura de 131±5.6 cm
(hombres) y 124±5.9 cm (mujeres). Las mujeres afectadas deben dar a luz por
cesárea.
· Brazos y piernas cortas especialmente la parte
superior de los brazos y los muslos
· Cabeza y frente grandes
· Rango de movimiento limitado en los codos
· Dedos cortos, los cuales pueden tener espacio
adicional entre el 3er y el 4to dedo (conocido como mano tridente)
Signos y Síntomas
La manifestación más característica de la
acondroplasia, y desde luego la más visible, es la morfología de quien la
sufre. Como ya dijimos en el anterior post los huesos largos de los
acondroplásicos son más cortos de lo habitual, algo que se hace especialmente
patente en el humero y en el fémur (los huesos más largos del cuerpo y los que
crecen más deprisa).Podemos describir la apariencia física de los afectados por
la acondroplasia con los siguientes puntos:
·
Baja estatura: no
suelen sobrepasar los 144 cm. La media de los hombres es de 130 cm y la de las
mujeres de 123.
·
Extremidades
inusualmente cortas. Antebrazos más largos que los brazos y piernas arqueadas.
·
Tronco de tamaño
normal.
·
Cráneo agrandado.
·
Falta de tono
muscular que puede provocar problemas como una excesiva curvatura de la
espalda.
Aparte de los síntomas físicos, los
acondroplásicos pueden enfrentarse a un problema de exclusión social. En el
pasado eran a menudo estigmatizados y convertidos en objeto de burla;
afortunadamente las cosas cambian y su integración es cada vez más completa.
También hay que dejar claro que la acondroplasia no implica en ningún caso un
menor desarrollo intelectual.
Si hay una preocupación con acondroplasia
se recomienda realizar ultrasonograma para el diagnóstico prenatal. El ultrasonograma se realiza de forma seriada
comenzando en el segundo trimestre pues antes de este las alteraciones
características pueden no ser evidentes. El diagnóstico genético molecular es
hecho en el líquido amniótico, a través de amniocentesis, que es un procedimiento
invasivo, pero actualmente se puede hacer el diagnóstico prenatal a través de
estudio del plasma materno para detectar un feto que tenga el gen mutante.
Es importante que el diagnóstico clínico y
radiológico de acondroplasia sea confirmado con estudios genéticos moleculares
para distinguir la acondroplasia de otras formas de enanismo, para planear el
tratamiento y para el consejo genético.
El diagnóstico de la acondroplasia no
presenta demasiadas dificultades. Una ecografía fetal puede detectar la longitud
anómala del fémur, un indicio más que claro de enanismo. La prueba de ADN para
la detección de la mutación en el gen FGFR3 es definitiva para el diagnóstico.
Tratamiento
No existe aún tratamiento para la
acondroplasia, a pesar de que se haya identificado claramente la mutación que
la produce. La administración de hormona del crecimiento no es demasiado
efectiva a largo plazo y sus efectos apenas duran dos años, tras lo cual
empiezan a disminuir.
Una opción que se les ofrece a los
acondroplásicos es la cirugía de alargamiento de huesos. De esta forma se
pueden ganar hasta 30 cm, pero es un proceso que implica seis operaciones (dos
de tibia, dos de fémur y dos de humero) y una duración de cuatro a seis años,
alternando periodos de ir en silla de ruedas -para que el hueso se consolide- y
de rehabilitación, por lo que está rodeado de una cierta polémica. Sin embargo
la gran mayoría de los operados están satisfechos con el resultado y creen que
el sacrificio merece la pena.
Las personas con acondroplasia rara vez
alcanzan a tener 5 pies (1,5 m) de estatura, pero su inteligencia está en el
rango normal. Los bebés que reciben el gen anormal de sus dos padres
generalmente no sobreviven más allá de unos pocos meses.
Solo hay una ligera disminución de la esperanza de
vida en comparación con la población general, sobre todo por la enfermedad
cardiovascular.
Creemos que, todos deberíamos de tomar conciencia
de la acondroplasia como enfermedad genética que afecta el desarrollo de los
huesos. No conocemos persona que padezca dicha enfermedad, pero sí de
tratamientos que pueden mejorarla como lo que hemos estudiado en este trabajo,
debido a que es una enfermedad que no tiene cura. Los organismos de salud
deberían de invertir más en estudios científicos para buscar la manera de que
estas personas puedan llevar a cabo una vida más cómoda, tanto en la sociedad
como consigo mismos.
Teníamos poco conocimiento de la
acondroplasia, pero en esta investigación hemos podido captar los conocimientos
de la acondroplasia en ámbito científico como enfermedad genética, gracias a
los médicos y psicólogos podemos conocer el resultado de la enfermedad, debido
a que no es solo una dificultad física sino que también social y de adaptación
con el medio que lo rodea.
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